Si nos ponemos a pensar de donde es que nació el trabajo colaborativo y la inteligencia colectiva la respuesta es que proviene de las abejas o las hormigas hace millones de años. Y no cabe duda que les ha ido tan bien que no han tenido que modificar sus perfectas sociedades ni evolucionar hacia otros comportamientos individualistas.

Lo destacable de estas comunidades es que toman decisiones que siempre benefician al grupo, en su mundo lo importante es la Comunidad, incluso pueden llegar a sacrificar sus vidas para que la comunidad siga viva. Su inteligencia y comportamiento individual es muy pobre, sin embargo, en comunidad son capaces de construir “catedrales”.

Por lo tanto, las áreas de Recursos Humanos tienen mucho que aprender de ellas, hay muchos aspectos que las empresas deben tener en cuenta a la hora de diseñar las plataformas para poder contactar el talento de una organización entre ellas: Alimentar una cultura de colaboración y equipo, establecer compromisos que permitan evaluar las distintas contribuciones, dar transparencia a la hora compartir la información dentro de toda la empresa y fuera y fomentar la participación de los empleados en la toma de decisiones, son las actitudes que deben confluir en una estructura empresarial que quiera contribuir a crear una cultura innovadora y colaborativa.

Pero analizando la dinámica de las comunidades y redes colaborativas se destaca que existe una doble estandarización de las tipologías de las comunidades según un criterio de ciclo de vida y según un criterio de funcionalidad y objetivo. El comportamiento de una comunidad no es el mismo a lo largo de su ciclo de vida, así como tampoco es el mismo según su funcionalidad.

Por otro lado, muchas comunidades pueden crearse por un objetivo determinado y van evolucionando o cambiando a lo largo del tiempo por diferentes causas, convirtiéndose en otra cosa (gracias a ese dinamismo). Una estandarización de estas tipologías permitirá dar herramientas para facilitar la dinámica, la eficiencia y obtener mejores resultados, herramientas metodológicas como mapas de procesos, roles, indicadores, funcionamiento interno, etc.

Si quieres conocer la clasificación según el ciclo de vida de las comunidades te invitamos a descubrirlas aquí: http://bit.ly/2eCgcUM